En la primera visita a Malasia de un presidente estadounidense en casi medio siglo, Barack Obama se aprestaba a mantener conversaciones sobre temas económicos y de seguridad con el primer ministro Najib Razak, quien encabeza una nación asiática que desempeña un papel importante en los esfuerzos de Washington por forjar relaciones más profundas con Asia.
Obama bajó del avión presidencial en una base de la fuerza aérea de Malasia el sábado y fue trasladado a la Plaza del Parlamento de Kuala Lumpur, donde fue recibido por el rey y el primer ministro mientras retumbaban los cañonazos de protocolo. Una banda militar entonó dos veces los himnos de ambos países y Obama inspeccionó la guardia de honor en vistosos uniformes verdiblancos.
La comitiva debía dirigirse a continuación al Palacio Nacional para una audiencia con la familia real malasia antes de una cena oficial en su honor.
Durante la visita de dos días, que sigue a escalas en Japón y Corea del Sur, Obama también se reunirá con líderes civiles y participará en un diálogo con líderes jóvenes de la región. Pero Obama rechazó los pedidos de grupos defensores de los derechos humanos de reunirse con Anwar Ibrahim, un destacado líder de la oposición durante su estadía en Malasia.
Ben Rhodes, asesor adjunto de seguridad nacional, dijo que las relaciones entre Estados Unidos y Malasia han florecido en los últimos años y que este país se ha convertido en un estado clave en el intento de Washington por fortalecer los vínculos con la región.
Obama y Najib discutirán presumiblemente temas de comercio, defensa y seguridad marítima durante las conversaciones del domingo.