Detalles: Papa Francisco celebra misa en Quito, Ecuador, julio de 2015

El papa Francisco pidió el martes a los fieles latinoamericanos la unidad y ejemplo de los católicos, como la mejor expresión de la verdadera evangelización, durante la segunda misa que ofició en Ecuador esta semana. Miles de fieles escucharon esta mañana las palabras de Francisco en Quito, la capital ecuatoriana.

También nosotros constatamos a diario que vivimos en un mundo lacerado por las guerras y la violencia. Sería superficial pensar que la división y el odio afectan sólo a las tensiones entre los países o los grupos sociales“, expresó el pontífice en la misa que ofició en el Parque Bicentenario de la capital ecuatoriana.

El oficio religioso se cumplió en una marco de un sol esplendoroso que se abrió paso en medio de densas nubes que horas antes dejaron caer un pertinaz aguacero sobre miles de fieles congregados en el sitio durante la madrugada.

Francisco afirmó que en el mundo reaparecen diversas formas de guerras y enfrentamientos, pero que los cristianos deben insistir en la “propuesta de reconocer al otro, de sanar las heridas, de construir puentes, de estrechar lazos y de ayudarnos mutuamente a llevar las cargas”.

El director de operaciones emergentes del municipio de Quito, Cristian Rivera, dijo a The Associated Press, que al amanecer había unas 320 mil personas en el Bicentenario y que esperaba que los participantes alcanzaría el medio millón.

La evangelización no consiste en hacer proselitismo. El proselitismo es una caricatura de la evangelización“.

Dijo que la evangelización consiste “en atraer con nuestro testimonio a los alejados, en acercarse humildemente a aquellos que se sienten lejos de Dios y de la Iglesia, a los que son temerosos o a los indiferentes para decirles: El Señor también te llama a ser parte de su pueblo y lo hace con gran respeto y amor“, afirmó.

Antes de iniciar la misa, el papa Francisco se movió entre la multitud en un flamante papamóvil, saludando mientras la multitud le devolvía gritos de entusiasmo y dejaba caer un baño de pétalos al paso del visitante.

Esta fue la segunda misa campal del papa. El lunes estuvo en Guayaquil, la mayor ciudad de Ecuador, donde dedicó la homilía a la necesidad de fortalecer la familia.

 

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