El accidente ocurrido el 24 de marzo ocasionó lesiones a más de 30 pasajeros y que ocho vagones saltaran sobre el andén. Uno de los carros incluso quedó encima de una escalera eléctrica que conduce al aeropuerto. Ocasionó daños por millones de dólares. La conductora fue despedida el viernes, dijo Brian Steele, vocero de la Autoridad de Tránsito de Chicago (CTA por sus iniciales en inglés).
Un investigador federal de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB), afirmó la semana pasada que la conductora le dijo que se quedó dormida antes del choque y que ya le había ocurrido en otra ocasión, en febrero, cuando se pasó de la plataforma de una estación.
Ella había estado operando trenes durante apenas dos meses y era una empleada de reemplazo por conductores enfermos o de vacaciones. Su sindicato dijo que ella trabajó mucho tiempo extra y estaba exhausta.
La CTA dice que no considera que su agenda de trabajo haya sido un factor, pero el viernes anunció cambios que asegura hará que sus lineamientos en materia de horarios de trabajo sean de los más rigurosos entre las operaciones de tránsito más grandes del país. “Aunque no sabemos de qué manera influyó la fatiga, revisamos exhaustivamente nuestros horarios de trabajo y hemos optado por hacer estos cambios como medida preventiva”, explicó Steele.
Los nuevos reglamentos limitan a los operadores de trenes a un máximo de 12 horas de manejo, incluidos los descansos. La agencia además incremento el tiempo fuera de servicio entre turnos a al menos 10 horas, en lugar de ocho y ahora exige un día de descanso en un período de siete días. Los operadores con menos de un año de experiencia tendrán una semana laboral limitada a 32 horas.
Además de la posibilidad de fatiga en la operadora, la NTSB está investigando la falla de un sistema automático de frenos de emergencia para detener el tren antes de golpear la plataforma.