No renuncié, fui despedido, dijo el exfiscal de Nueva York.
El presidente estadunidense Donald Trump despidió hoy al fiscal federal para el Distrito Sur de Nueva York, Preet Bharara, quien investigaba casos de corrupción y que se había rehusado a dimitir, como el Departamento de Justicia le solicitó a él y a 45 colegas.
“No renuncié. Hace unos momentos fui despedido. Haber sido el fiscal para el Distrito Sur de Nueva York fue uno de los grandes honores de mi vida profesional”, señaló el fiscal en su cuenta de la red social Twitter.
Bharara, de 48 años y de origen indio, encabezaba no sólo la fiscalía más prestigiada de Estados Unidos, sino una serie de casos prominentes sobre terrorismo, corrupción pública y en Wall Street, así como procesos contra “familias” de la mafia.
El Departamento de Justicia pidió la víspera a 46 fiscales distritales presentar su renuncia, un día después de que un comentarista conservador sostuvo que Trump debía purgar al gobierno de miembros de un “Estado profundo” que boicoteaban a la nueva administración.
Nacido en la India y naturalizado estadunidense, Bharara es reconocido como uno de los fiscales más comprometidos de Estados Unidos en la lucha contra la corrupción y el crimen organizado, incluidas las familias Gambino y Colombo.
Antes de ser despedido, Bharara mantenía abiertas averiguaciones por corrupción de la oficina del alcalde de Nueva York, Bill DeBlasio, y del gobernador del estado, Mario Cuomo, ambos demócratas.
El despido de Bharara sorprendió, toda vez que el fiscal se había reunido con Trump en Nueva York en noviembre pasado y revelado que tanto el presidente electo como el entonces procurador nominado, Jeff Sessions, le habían pedido quedarse.
Aunque es habitual que el nuevo presidente estadunidense solicite gradualmente la renuncia de los 93 fiscales designados por el anterior gobierno, la petición de dimisión de estos 46 llamó la atención por su carácter abrupto.