Los expertos creen que el descubrimiento será un gran avance en las investigaciones del universo primitivo, si otros lo confirman.
Aunque muchos científicos ya tenían la hipótesis de que ocurrió un crecimiento inicial extremadamente rápido, buscar esta evidencia ha sido un objetivo clave en el estudio del universo. Los investigadores reportaron el lunes que lo hicieron atisbando la luz débil que todavía queda del Big Bang.
Si lo verifican otros científicos, el descubrimiento “nos da una ventana sobre lo que era el universo muy al principio”, cuando tenía mucho menos de una billonésima de segundo de edad, dijo el físico teórico Lawrence Krauss de la Universidad Estatal de Arizona, quien no estuvo involucrado en el trabajo.
“Es increíble”, agregó. “Se puede ver al principio de los tiempos”, dijo.
Otro experto externo, el físico Alan Guth, del Instituto de Tecnología de Massachusetts, dijo que el hallazgo indica que algunas ideas previas sobre la rápida expansión del universo ya se pueden descartar.
Justo después del Big Bang, el universo era una sopa caliente de partículas. Tomó alrededor de 380.000 años en enfriarse lo suficiente para que las partículas pudiesen formar átomos, y luego estrellas y galaxias. Miles de millones de años más tarde, los planetas se formaron a partir del gas y polvo que orbitaban las estrellas. El universo no ha dejado de expandirse.
Krauss dijo creer que el nuevo hallazgo podría estar entre los descubrimientos más grandes sobre el universo en los últimos 25 años, como el descubrimiento de que la expansión del universo se está acelerando y que hizo merecer un premio Nobel.
Los nuevos resultados fueron anunciados por un equipo de colaboración que incluyó a investigadores del Centro Harvard-Smithsonian para la Astrofísica, la Universidad de Minnesota, la Universidad de Stanford, el Instituto de Tecnología de California y el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA.
El equipo tiene previsto presentar sus resultados a una revista científica esta semana, dijo su líder, John Kovac, de la universidad de Harvard.
Para su investigación, los astrónomos escanearon el 2% del cielo durante tres años con un telescopio en el Polo Sur, una zona elegida por su aire muy seco, que ayuda en las observaciones.
Los especialistas buscaron un patrón específico en las ondas de luz dentro del tenue resplandor de microondas que dejó el Big Bang. Se cree que ese patrón demuestra que hubo una etapa de crecimiento rápido, conocido como inflación. Kovac dijo que el patrón “es la firma del arma humeante de la inflación”.
Los científicos dicen que el patrón de onda de luz fue causado por ondas gravitacionales, que son ondulaciones en el entretejido del espacio y el tiempo que se extiende por el universo. Si se confirma, la nueva investigación sería la primera detección de este tipo de ondas del universo recién nacido, que han sido calificadas como los primeros temblores del Big Bang.