México, 2 Dic (Notimex).- El ser humano es el único mamífero que sigue consumiendo lácteos después del destete, debido a que se trata de una importante fuente de proteína que debe incluirse en todas las dietas, recomendó la nutrióloga María Guadalupe Herrera.
En conferencia de prensa para hablar sobre mitos y realidades de los lácteos, expuso que la evidencia científica ha desestimado al menos 10 alegatos con los que se intenta inhibir la ingesta de este alimento en sus distintas presentaciones, como leche, queso o yogurt.
El consumo de lácteos debe estar presente en todas las dietas porque son fuente de proteína y ayudan a controlar el peso corporal, agregó la especialista, responsable de Asuntos de Salud y Nutrición para Lácteos de la empresa Danone.
Mencionó que uno de los problemas es que el personal médico y los propios nutriólogos están poco informados sobre los beneficios de estos productos, aun cuando hasta las dietas mediterránea y vegetariana los incluyen.
Expuso que de acuerdo a una encuesta realizada por esta empresa, 40 por ciento de los profesionales de la salud asocian los lácteos con obesidad y 14 por ciento creen que están relacionados con cáncer de algún tipo.
Sobre la idea de que engordan, manifestó que estudios realizados en España y en México han demostrado que el consumo diario de yogurt y de leche entera ayudan a no ganar peso.
De igual forma se ha demostrado que los lácteos son una de las fuentes más sencillas y económicas para obtener calcio y proteína, añadió la especialista.
Otra cosa que se dice es que la leche incrementa el riesgo de diabetes y de cáncer, pero diversos estudios han demostrado que no son un factor para desarrollar estas enfermedades, aunque tampoco contribuyen a disminuir el riesgo, admitió.
La intolerancia a la lactosa tampoco es un impedimento para consumir este tipo de alimentos, salvo casos muy particulares, porque se puede hacerlo en cantidades bajas o en productos con un contenido de lactosa más bajo que la leche, como lo es el yogurt.
María Guadalupe Herrera descartó igualmente que el consumo de lácteos acelere la llegada de la pubertad, pues los receptores de la hormona de crecimiento humana no es capaz de asimilar la hormona vacuna al mismo tiempo.