La ciudadanía en México estaba preparándose para la llegada de el huracán Katia, se esperaba que este fenómeno causara peligro y destrucción, pero mientras estaban listos para eso, la naturaleza golpeó con un siniestro inesperado, un terremoto de 8.2 grados arrasa y es el de mayor fuerza en los últimos años.
El sureste mexicano se encuentra devastado, millones de afectados dejó el sismo, más de 60 muertos y cientos de edificios colapsados, además de una población vulnerable ante la llegada inmediata de otro desastre que se pronosticaba que fuera letal.
Afortunadamente, el huracán Katia tocó tierra este sábado e inmediatamente perdió fuerza y se convirtió en tormenta tropical, los gobiernos de Puebla y Veracruz tomaron sus precauciones y evacuaron a más de 4 mil personas.
Lo malo fue que poco se pudo hacer para salvar la vida a dos personas en un deslave relacionado con el paso del huracán, parece poco a comparación de los pronosticado, pero no es así, una o un millón, son vidas humanas y valen mucho.
Represando al temblor, Juchitán, un pequeño poblado en Oaxaca quedó prácticamente destruido, el ayuntamiento, casas y hasta un hospital quedaron en escombros, 36 personas fallecieron y el terror se apoderó de la gente, pero si algo se ha demostrado es que México está listo para enfrentarlo todo.
Si una nación está acostumbrada a la devastación esa es la mexicana, si un país sale adelante ante este tipo de fenómenos, ese es México, no será fácil, pero estando unidos y con ganas de salir adelante este desafortunado capitulo va a pasar y se va a salir adelante.
Por el momento, el presidente Enrique Peña Nieto ha declarado luto nacional, en memoria de las víctimas.
La entrada de #Katia puede ser particularmente peligrosa en laderas afectadas por el sismo. Eviten estas zonas.
— Enrique Peña Nieto (@EPN) 8 de septiembre de 2017