El especialista dijo que “se estima que en el mundo hay 300 millones de personas con depresión, de las cuales más del 50 por ciento no están recibiendo tratamiento y posiblemente no lo recibirán”.
Del 2005 al 2015, explicó, la cifra de personas con la enfermedad a nivel global incrementó un 18 por ciento, además cada año se suicidan cerca de 800 mil personas, y el suicidio es la segunda causa de muerte en el grupo de 15 a 29 años de edad.
“Siempre hablamos de suicidio porque es lo más dramático y es una causa muy fuerte de mortalidad en la gente joven, pero algo también grave de la depresión es que la gente va a dejar de ser productiva económicamente y tendrá problemas sociales, con la familia, en el trabajo”, señaló.
Expresó que una mejor comprensión de qué es la depresión y cómo se puede prevenir, contribuirá a la reducción de la estigmatización asociada a la enfermedad, lo que conllevará un aumento del número de personas que piden y obtienen ayuda.
“En la depresión, el sujeto está experimentando una gran adversidad en la que se ve a prueba su capacidad de recibir ayuda, y su capacidad de pensar en sí mismo”, dijo.
“El rol como sociedad en general es estar educados, difundir el mensaje, detectar y referir aunque sea a un médico no psiquiatra, con la esperanza de que ese médico trabaje en equipo, pero de preferencia a un experto en salud mental”, refirió.