Los abusos incluyen ejecuciones extrajudiciales y arrestos arbitrarios de civiles, indicó AI.
Denunció que los grupos rebeldes islámicos han llevado a cabo ejecuciones extrajudiciales y han reclutado niños, incluso de hasta 10 años de edad, para incluirlos en sus fuerzas de combate.
“Mientras continúa el conflicto en Malí, todas las partes deben asegurarse de respetar el derecho humanitario internacional”, indicó Gaetan Mootoo, investigador de AI en Malí.
El experto señaló que se debe garantizar en particular el tratamiento humano a los combatientes capturados, además se deben tomar todas las medidas necesarias para minimizar el daño a la población civil.
AI documentó la ejecución, el 10 de enero pasado, en la ciudad de Sevare de “más de dos docenas de civiles” por parte del ejército de Malí.
“Es absolutamente imperativo que tanto Francia como Malí inicien investigaciones para determinar quién llevó a cabo este ataque”, instó Mootoo.
La organización Human Rights Watch (HRW) reportó por su parte la ejecución sumaria de al menos 13 personas sospechosas de apoyar a las fuerzas islamistas, así como la desaparición de otras cinco personas en las ciudades de Sevare y Konna.
Manifestó que las fuerzas rebeldes ejecutaron al menos a siete soldados malienses, y que utilizan a niños como soldados.
“Las autoridades de Malí han ignorado estos muy inquietantes crímenes”, enfatizó la investigadora de HRW en África Occidental, Corinne Dufka.
“El gobierno de Malí debe tomar inmediatas medidas para investigar estos abusos y llevar a los responsables ante la justicia, sin importar su rango”, añadió.
El conflicto en Malí comenzó en marzo pasado, luego que un golpe de Estado fuera aprovechado por rebeldes islamistas para tomar el control del territorio al norte del país. En las semanas recientes Francia intervino el país para respaldar a las fuerzas del gobierno.