La denuncia contra Silvan Shalom amenaza destruir la carrera de uno de los políticos israelíes más conocidos y evoca el caso que envió a la cárcel a un expresidente, Moshe Katsev, condenado a prisión por violación.
Las denuncias fueron formuladas en los últimos días por una mujer que dijo haber sido secretaria en el despacho de Shalom cuando este era ministro de ciencia y tecnología. Dijo que la invitó a su habitación del hotel, donde se tendió en la cama con una salida de baño y le pidió que se sentara a su lado. La mujer dijo a la Radio del Ejército que se sintió coercionada a efectuar un acto sexual con Shalom.
“Yo estaba aterrada, muy asustada. Recuerdo que me sentía tan mal, tan incómoda, que no sabía qué se suponía que hiciera”, dijo a la emisora. Su voz estaba distorsionada en un intento por ocultar su identidad.
Shalom, de 55 años, ha negado enérgicamente la acusación. Su vocero, Barak Seri, dijo que Shalom respondió “todas las preguntas” de la policía durante dos horas.
Los observadores y los defensores del político dijeron que es sospechosa la denuncia en momentos en que se intensifica la puja por la presidencia. Shalom no ha declarado públicamente su candidatura pero se anticipa que se postulará para el cargo, que será elegido por voto parlamentario en los próximos meses.
“Este es un hombre que ha servido al público durante más de 20 años, ha ocupado innumerables cargos prominentes y nunca fue investigado ni acusado de nada”, escribió en Facebook su hijastro Nimrod Nir. “Todo esto ocurre en lo más intenso en la batalla por la presidencia”.
Shalom, miembro del Partido Likud en el gobierno, es actualmente ministro de Energía y Recursos Hídricos. Ha sido ministro de Finanzas, canciller y viceprimer ministro.