Rosenberg, un prominente abogado guatemalteco, fue asesinado el 10 de mayo de 2009, luego de dejar grabado un video en el cual acusaba al entonces presidente Álvaro Colom de ser el responsable de su crimen, lo que generó, según el mismo Colom, la crisis más grave de su gobierno.
La Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) un organismo creado por la ONU que es querellante en el proceso, determinó tras una investigación que Rosenberg había planeado su propia muerte. Contrató a sicarios para que lo ejecutaran y pidió a sus primos que les pagaran para matar a alguien que supuestamente lo estaba extorsionando. Los primos lo hicieron y de esa manera quedaron implicados en el crimen, aunque sin saber que la víctima sería el propio Rosenberg.
Diego Álvarez, vocero de la comisión de la ONU, dijo que ésta no apelará la decisión de dejarlos en libertad porque es algo que estaba previsto. “Todos se manifestaron a favor de que les dejaran en libertad, fueron los mismos abogados de los detenidos los que evitaron que ellos salieran de prisión. Esto no cambia las cosas, la situación de ellos sigue siendo la misma, están aún ligados a proceso por el crimen”, dijo Álvarez vía telefónica a The Associated Press.
La Comisión de la ONU y el Ministerio Público presentaron 122 medios de prueba entre pruebas balísticas, análisis de comunicaciones telefónicas, grabaciones en vídeo y testimonios contra los hermanos Valdés Paiz, acusándolos de homicidio en grado de complicidad. Los acusados podrán obtener su libertad luego de pagar una fianza de un millón de quetzales, unos 130.000 dólares.
Por el crimen se han sentenciado a condenas entre 8 y 48 años de prisión a 9 personas a quienes el ministerio y la comisión de la ONU consideran autores materiales del crimen.