Esa cifra representa el tercer aumento anual desde 2010 y el más grande, de acuerdo con el reporte de la Administración de Seguridad en el Transporte, emitido por la Iniciativa de Periodismo en Seguridad Nacional Medill, de la Escuela de Periodismo de la Universidad Northwestern, en Chicago.
El aeropuerto Hartsfield-Jackson de Atlanta, el de mayor actividad en el país, fue donde más armas se incautaron el año pasado con 110, seguido por el de Dallas-Fort Worth, con 98, Houston con 67 y Phoenix con 65.
La mayoría de las armas confiscadas fueron calibre .380 y armas de nueve milímetros. El 83 por ciento de ellas estaban cargadas en el momento en que fueron incautadas por los agentes de la Administración de Seguridad en el Transporte (TSA). Una de cada cuatro tenía una bala en la recámara.
El informe de la Iniciativa Medill no se ocupa de otras armas como cuchillos o dagas.
La vocera de la TSA, Carrie Harmon, dijo que el número de armas incautadas a los viajeros ha ido en aumento desde hace años, con 660 en 2005, mil 123 en 2010 y mil 556 en 2012.
“La TSA revisa aproximadamente a 1.8 millones de pasajeros y sus equipajes cada día para detectar artículos prohibidos, incluidas armas y explosivos”, indicó Harmon en una declaración escrita.
“La TSA toma muy en serio la localización de objetos prohibidos e insta a todos los pasajeros a que verifiquen el contenido de las maletas antes de salir de casa”.
Harmon dijo que las multas impuestas a las personas que se les encuentra algún objeto prohibido van desde los 250 a los 11 mil dólares.
“La TSA ha interceptado armas de fuego y otras armas peligrosas en los controles de seguridad en todo el país, con un promedio de 35 armas de fuego por semana en el 2013″, dijo la portavoz.