La semana pasada el bloque de 28 miembros modificó el papel de la agencia policial europea, incluso la prohibición de excluirse de las políticas de justicia para los miembros plenos. Los votantes daneses deberán decidir si anularán la exención de 23 años o si quedarán al margen de la agencia sin participación en la toma de decisiones, al igual que sus vecinos Noruega e Islandia, que no están en la UE.
El gobierno de centro-derecha partidario de la UE sostiene que poner fin a la exclusión daría a los daneses mayor voz dentro de la UE. Los adversarios sostienen que ocurriría lo contrario, que perderían más soberanía ante Bruselas.
Si los votantes deciden continuar con el estatus quo, Henning Sorensen, disertante de derecho de la UE en la Universidad del Sur de Dinamarca, teme que un nuevo acuerdo para reincorporarse a Europol “podría demorar años”.
Los daneses “no tendrían entonces acceso inmediato a los registros de Europol sobre los combatientes extranjeros en Siria, bandas delictivas de motociclistas, etcétera”, afirmó. “Básicamente es cuestión de determinar qué relación desea mantener Dinamarca con la UE: adentro o afuera”.
La votación tiene lugar tres semanas después de los ataques mortíferos en París, reviviendo los temores en la pequeña nación escandinava en donde las autoridades dijeron haber frustrado varios ataques terroristas desde la publicación en 2005 de caricaturas del profeta Mahoma que causaron enérgicas protestas en países musulmanes. En febrero, un hombre con un arma de fuego mató a dos personas e hirió a cinco en ataques a un acto donde se celebraba la libertad de expresión y a una sinagoga en Copenhague.