Una prominente fiscal estatal fue muerta a tiros en su automóvil el domingo, dijeron las autoridades de Trinidad y Tobago.
Dana Seetahal murió poco después de la medianoche cuando atacantes en dos vehículos le cortaron el paso a su automóvil en una calle de la capital Puerto España. Los informantes precisaron que la fiscal murió al volante de su camioneta deportiva Volkswagen.
Por lo menos se hallaron 15 cartuchos en Woodbrook, uno de los vecindarios más antiguos de la ciudad y famoso por sus mansiones victorianas. El cadáver presentaba heridas de bala en la cabeza y el torso.
No hubo arrestos inmediatamente. “No descansaremos hasta que quienes han cometido este acto inenarrable sean llevados ante la justicia”, aseguró el ministro de seguridad nacional, Gary Griffith.
Una declaración del gobierno dijo que el asesinato pareció un golpe bien orquestado. El comisionado asistente de policía, Wayne Dick, afirmó que el ataque demostraba total desprecio por la ley y el orden.
En vista del ataque mortífero, se ha otorgado seguridad especial a un juez y varios fiscales involucrados en el caso resonante de la acaudalada mujer de negocios Vindra Naipul-Coolman. Seetahal era una de las principales fiscales en el juicio por asesinato que comenzó el 24 de marzo y se sospecha que el ataque del domingo pudo haber estado relacionado con el caso.
Seetahal era senadora independiente y fue procuradora general asistente. Una organización contra el delito ofreció 155.000 dólares por cualquier información que permita arrestos y condenas.
El procurador general Anand Ramlogan dijo que la profesión legal “perdió a una titán”. Ella “me asistía con un trabajo importante y sensible en varias medidas legislativas para ayudar en la lucha contra el delito y mejorar la administración de justicia”, afirmó.
El Congreso Nacional Unido, uno de los partidos políticos que integran la coalición gobernante encabezada por la primera ministra Kamla Persad-Bissessar, dijo que el asesinato “recuerda los peligros que acechan en nuestra sociedad y que amenazan a todo ciudadano“.
Trinidad y Tobago, un país insular frente a las costas de Venezuela, es una de las naciones más prósperas del Caribe gracias al gas natural y el petróleo que la convierten un importante abastecedor de combustibles, pero la nación de 1,3 millón de habitantes también padece elevadas tasas de delitos violentos impulsados por el narcotráfico, especialmente en la capital.