NACIONES UNIDAS (AP) Era la primera vez que, según el gobierno español, víctimas del terrorismo hablaban ante miembros del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Se trataba de “darles voz” y de que el mundo escuchara su mensaje.
Y, sin embargo, la reunión estuvo cerrada a los medios de comunicación.
Eso es lo que ocurrió el miércoles durante una sesión informal del Consejo de Seguridad de la ONU en el que participaron víctimas de ataques terroristas, entre ellos varios españoles. Se habló de la importancia de las víctimas a la hora de combatir la propaganda terrorista, movilizar a la sociedad y deslegitimizar el discurso del terrorismo.
El problema fue que sólo los presentes en la reunión pudieron escuchar lo que se dijo, ya que el formato del encuentro, conocido como fórmula Arria, no permitía el acceso de los medios, dijo el ministro de relaciones exteriores español, José Manuel García-Margallo.
España preside el Consejo de Seguridad en el mes de octubre y fue la organizadora de la reunión, junto a Estados Unidos.
“Hemos intentado por todos los medios que esta reunión estuviese abierta a los medios de comunicación. Nosotros lo que queríamos es dar voz a las víctimas y que su voz fuera oída en cualquier lugar del mundo. Era obvio que el que estuviera abierta a los medios de comunicación era la vía más rápida para conseguirlo”, admitió el canciller en una rueda de prensa posterior a la reunión.
“Por desgracia la fórmula Arria se usa de forma muy restrictiva. No hemos conseguido que el resto de los miembros nos permitiesen que fuese abierta”, señaló.
García-Margallo agregó que el gobierno español y las víctimas son los primeros en lamentar eso.
“No se ganan todas las batallas”, explicó.
Según el portal de internet de Naciones Unidas, la fórmula Arria, permite a los miembros del Consejo “cambiar impresiones de manera franca y confidencial, en un marco flexible en materia de procedimiento, con personas a las que, en opinión del miembro o miembros del Consejo que cursan la invitación resultaría interesante escuchar”.
El representante permanente de España ante la ONU, Román Oyarzun, dijo que la “cuidadosa tarea de preparación” de la reunión arrancó hace tres o cuatro meses.
“Al final lo que queríamos ante todo era tener éxito y tener la posibilidad de escuchar a las víctimas del terrorismo y por eso optamos por la fórmula Arria, porque teníamos la certeza de que iba a salir bien, de que iba a ser un éxito, como ha sido”, señaló.
A pesar de ser a puerta cerrada, los discursos de García-Margallo y del ministro del Interior, Jorge Fernández-Díaz, fueron distribuidos a los medios de comunicación durante la reunión, pero no los de las víctimas.
Estas fueron María del Mar Blanco, presidenta de la Fundación Víctimas del Terrorismo; Jana Gallardo, herida en los atentados contra varios trenes en marzo del 2004 en Madrid; y Tomás Fraga, víctima de un atentado cometido en 2005 por un grupo vinculado a Al Qaeda en Egipto.
Blanco dijo durante la rueda de prensa que para luchar contra el terrorismo es necesaria la presencia y voz de las víctimas. La española es la hermana de Miguel Ángel Blanco, un concejal que murió asesinado en 1997 por miembros de la banda terrorista española ETA.
“Ha sido un día muy emotivo”, señaló. “Tenemos mucho que decir, mucho que aportar, contra la radicalización”.
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Claudia Torrens está en Twitter como http://www.twitter.com/ClaudiaTorrens