Berlín, 1 Nov (Notimex).- La coalición de gobierno alemán concluyó hoy una reunión en Berlín sin lograr un acuerdo sobre un nuevo paquete para regular la política migratoria de Alemania, ante la grave crisis que vive el país por la continua llegada de refugiados.
Las desavenencias entre la Unión Democristiana (CDU) de la canciller federal Angela Merkel, su partido hermano bávaro Unión Cristianosocial (CSU), de Horst Seehofer, y el Partido Socialdemócrata, del vicecanciller Sigmar Gabriel, convocaron a este encuentro en el que se habían puesto grandes expectativas.
Pero fracasó debido a la dificultad para decidir el lugar de registro de los refugiados y el debate sobre las zonas de tránsito.
La exigencia por parte de la Unión de crear zonas de tránsito cerca de la frontera para retener a los refugiados chocó con la oposición socialdemócrata, que en lugar de eso propone crear centros de registro y entrada al país descentralizados.
Tras dos horas de cumbre a tres bandas, Gabriel abandonó la reunión y los políticos de la Unión se quedaron solos deliberando.
Las deliberaciones seguirán el próximo jueves en el marco de la conferencia de primeros ministros de los estados federados, informó la oficina de la cancillería federal en Berlín, que reconoció que pese a una serie de aspectos compartidos por los tres partidos, aún hay temas por aclarar o abiertos, como el de las zonas de tránsito.
Además, la Unión por un lado y el SPD por otro debaten si esas zonas deben estar vigiladas o ser aisladas mediante una valla. Gabriel y los socialdemócratas rechazan categóricamente “zonas prisión para los inmigrantes y fuentes del gobierno reconocieron que aún hay varias diferencias de principios en el gobierno sobre esa cuestión.
Tras dos horas de encuentros, el líder socialdemócrata Gabriel abandonó la reunión y Merkel y Seehofer se quedaron hablando con el líder de la fracción de la CDU en el Parlamento Volker Kauder y la presidenta del grupo parlamentario bávaro en la cámara regional, Gerda Hasselfeld.
No sólo las diferencias entre la Unión y los socialdemócratas en temas de refugiados son evidentes, sino también en el seno de la CDU/CSU, donde Merkel y Seehofer llevan un tiempo enfrentados y acusándose abiertamente por la gestión de la crisis de refugiados.
Seehofer llegó a dar hace unos días un ultimátum a Merkel para que aplicara nuevas medidas para limitar la cifra de solicitantes de asilo, al tiempo que acusó a Merkel de tener una política de asilo equivocada y exigió medidas para frenar la llegada de refugiados en la frontera.
Por su parte, Gabriel presentó el sábado su propuesta de crear centros de entrada al país. Y propuso que los refugiados que se nieguen a registrarse reciban menos prestaciones y desventajas a la hora de gestionar sus solicitudes de asilo.
El vicecanciller apuntó que su propuesta alternativa es considerablemente más inteligente que la de sus compañeros.
En vista de la masiva llegada de refugiados al país la coalición de gobierno pretende canalizar mejor la entrada de los inmigrantes y las solicitudes de asilo. Alemania espera esta año al menos 800 mil solicitudes y Gabriel asegura que serán más de un millón.
Tras disputas durante semanas y duras acusaciones cruzadas, el gobierno alemán pretendió dar una muestra de unidad, que por el momento no se percibe.
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