El reingreso de Cuba a la Organización de Estados Americanos (OEA) deberá ser el último capítulo para que el espectro de la Guerra Fría en el continente quede enterrado, dijo el nuevo titular del organismo, el uruguayo Luis Almagro.
“La OEA tiene que enterrar la posibilidad de Guerra Fría con el ingreso de Cuba, pero esto requiere de un esfuerzo de la organización y requiere de un esfuerzo también de Cuba”, dijo Almagro en un encuentro con periodistas.
En su discurso de asunción, Almagro indicó que una de las asignaturas de su gestión será el impulso de una “agenda positiva” para colocar a la OEA a la altura de las circunstancias “y evitar que el hemisferio vuelva a caer en las prácticas de una guerra fría”.
Cuestionado en una breve conferencia de prensa ofrecida poco después, dejó en claro que la evolución de las relaciones hemisféricas de hoy en día está muy lejana de la posibilidad de este escenario.
Empero reconoció la necesidad de “ajustar las variables” de la interacción hemisférica en función de un mayor acercamiento político entre los países de la región “y evitar situaciones de crispación y conflicto”.
“Creo que son muy importante los esfuerzos para la paz que se han venido haciendo y creemos que algunos de los principales temas en el continente en el último tiempo han ido enterrando esa posibilidad de guerra fría”, insistió.
Aunque también en su discurso Almagro aludió la necesidad de que la OEA pueda “tender una mano a aquellos países que atraviesan momentos de crispación y antagonismo”, insistió que la cita no estaba dirigida a Venezuela.
“Nosotros no hemos puesto el caso de Venezuela por encima de ningún caso. Lo que la OEA tiene que generar son situaciones de confianza y esa situaciones de confianza implica la necesidad de trabajar con los países, y eso significa no condenarlos a priori”, dijo.