Las tarifas de este sistema, que se aplicaba en forma experimental desde hace tres años en esta capital, es en pesos cubanos convertibles (CUC, equivalentes a dólares).
Según la especialista del Ministerio del Transporte, Débora Canela, citada por el diario Granma, el Estado arrienda los vehículos a los conductores, quienes dejarán de ser parte de la nómina estatal.
Las autoridades de la isla esperan una mejoría en el hasta ahora ineficiente servicio, a partir de que los taxistas asuman con sus ingresos los gastos de mantenimiento, combustible y reparación, además de pagar sus respectivos impuestos.
Según Granma, la decisión de generalizar esta forma de gestión busca, además, solucionar un conjunto de irregularidades que actualmente caracteriza al Grupo Empresarial CUBATAXI, cuyo sistema tradicional no ha sido capaz de resolver las fallas existentes.
Entre ellas figuran la apropiación de la recaudación; plantillas sobredimensionadas con un inadecuado balance de trabajadores directos e indirectos y un parque vehicular envejecido, lo que se ha traducido en una pérdida de la calidad en ese tipo de servicios.
Canela informó que el servicio regular de taxi que se ofrece en pesos cubanos (CUP) en policlínicos, hospitales y funerarias, se mantiene operando de la misma forma hasta el momento.