Los exmandatarios Óscar Arias (Costa Rica), Fernando Henrique Cardoso (Brasil), Ricardo Lagos (Chile) y Alejandro Toledo (Perú) solicitaron apoyo de la comunidad internacional.
Además, llamaron al gobierno del presidente venezolano Nicolás Maduro a crear las condiciones adecuadas para que ese debate se lleve a cabo.
Condenamos esos hechos y urgimos al gobierno venezolano y a todos los partidos y actores políticos a establecer un debate constructivo, conforme a los cánones de la democracia reconocidos universalmente y plasmados en la Carta Democrática Interamericana, expresaron.
Llamamos muy especialmente al gobierno para que contribuya a crear sin demora las condiciones propicias para ese debate, con una agenda compartida y sin exclusiones, indicaron en una declaración.
Para ello es indispensable que se ponga cese de inmediato a la persecución contra los estudiantes y los líderes de oposición, incluida la liberación del señor Leopoldo López y de todos los detenidos o perseguidos por razones políticas, plantearon.
Igualmente, es imperativo que se adelante una investigación independiente y transparente sobre las denuncias de torturas y otras violaciones a los derechos humanos, señalaron, en el texto difundido, en Costa Rica, por la oficina de Arias.
Los exmandatarios pidieron que se ponga cese al hostigamiento a la prensa independiente, incluido el restablecimiento de la señal del canal internacional de televisión abolido por el gobierno.
Es también indispensable que las manifestaciones de protesta de los partidos de la oposición y de otras organizaciones sociales se mantengan dentro de los cauces pacíficos que han de regir en una sociedad democrática, apuntaron.
Las manifestaciones deben enmarcarse dentro del respeto debido al mandato de las distintas autoridades del país, en los términos pautados por la Constitución venezolana, puntualizaron.
Como amigos que somos de la democracia venezolana, confiamos que ese país logre superar la extrema polarización y la intolerancia que han dominado la escena política en los últimos años, aseguraron.
Se trata de males que han venido erosionando la eficacia de las diversas instancias internas para el debate democrático, así como la confianza en la independencia e imparcialidad de numerosas y relevantes instituciones, puntualizaron.