Los reclamos de retirar la bandera confederada de los estados esclavistas del sur en Estados Unidos se multiplicaron tras la masacre de nueve personas en una iglesia negra en Carolina del Sur la semana pasada.
La matanza de nueve feligreses en Charleston reanudó el debate sobre el pasado esclavista del sur de Estados Unidos. Dylann Roof, el hombre acusado de los asesinatos había posado en fotos con la bandera de batalla del ejército confederado.
Tanto civiles como grandes empresas se han manifestado en contra de la bandera a tal punto que tiendas minoristas como Amazon, eBay y Walmart anunciaron esta semana el retirarán de sus negocios la venta de banderas confederadas y productos que la utilicen como parte de su decoración.
Del lado político, el miércoles se retiraron cuatro banderas de la Confederación del capitolio de Alabama por orden del gobernador republicano Robert Bentley. En Carolina del Sur también se hizo el llamado a remover la bandera confederada del capitolio estatal pero aún no hay una acción concreta al respecto.
Bentley dijo que dio la orden el martes por la noche después de asegurarse de que tenía la autoridad para ello. Añadió que es importante honrar la historia, pero que para ello no es necesario enarbolar la bandera confederada en el Capitolio.
El gobernador la comparó con la esvástica nazi: “Desgraciadamente es como la esvástica, algunos la han adoptado para sus agrupaciones llenas de odio“.
Incluso el mayor y más antiguo fabricante de banderas de Estados Unidos decidió dejar de confeccionar y vender la bandera, según lo anunció su dueño esta semana.