El delegado del Cruz Roja en Colombia, Jordi Raich, dijo al presentar su informe anual que, pese a estar en marcha un proceso de paz entre el gobierno y la insurgencia, el conflicto sigue generando violaciones a los derechos humanos.
Según el organismo humanitario, tan sólo en 2013 se tiene el registro de 617 casos de este tipo, atribuidos a la violencia derivada de la confrontación militar interna que vive Colombia desde hace medio siglo. El gobierno del presidente Juan Manuel Santos y las rebeldes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) sostienen desde 2012 diálogos de paz para poner fin a cinco décadas de conflicto armado interno.
Para el CICR es necesario que mientras se logra la firma de un acuerdo de paz, se avance en compromisos humanitarios, como sanear las zonas contaminadas por la presencia de explosivos y minas antipersonales.
El organismo convocó al gobierno y a las FARC, la mayor y más antigua guerrilla de la región, a explorar acuerdos humanitarios que permitan, desde ya, mejorar la situación de violencia en las regiones. Aunque valoró los esfuerzos de paz, Raich consideró que el proceso que se desarrolla en La Habana, Cuba, no pondrá fin a la violencia en Colombia, debido a que parte de la misma tiene su origen en bandas criminales.