Ese silencio de la región se hizo más fuerte aún por cuanto muchas voces con mayor distancia geográfica, como Europa, sí manifestaron su preocupación por tan grave asunto”, precisó la presidenta del Comité de Familiares de Víctimas de la Violencia (Cofavic).
Ortega dijo a Notimex que, sin embargo, es comprensible que muchos países de la región, beneficiados con recursos petroleros locales fueran “tímidos” a la hora de denunciar violaciones de derechos humanos cometidas en el país durante las protestas estudiantiles.
Sin embargo, la historia juzgará la indiferencia mostrada por algunos de estos estados frente a la situación represiva que se vive en Venezuela, donde la violación a los derechos humanos por parte del gobierno ha sido una constante, advirtió.
Aclaró que la defensa de los derechos humanos no admite un doble rasero y nos impone a todos un desafío ético muy importante a la hora de entender que las violaciones de estos derechos fundamentales no pueden ser aceptados en ninguna circunstancia ni contexto.
“No hay violaciones de derechos humanos buenas o aceptables porque vienen de un lado y malas porque vienen de otro, por lo que el caso Venezuela es un desafío tanto para las organizaciones de derechos humanos como para los gobiernos y organismos internacionales, añadió.
Alfredo Romero, coordinador de la asociación civil Foro Penal Venezolano (FPV), afirmó que durante las manifestaciones pacíficas reprimidas por las fuerzas policiales y militares del gobierno, se reportaron cuarenta casos de tortura. Organizaciones de derechos humanos registran 41 muertos, un desaparecido, y dos mil 314 detenciones ilegales como saldo de 58 días de protestas realizadas en Caracas y el interior de Venezuela.