Por Hugo Pescador Pacheco. Corresponsal
Cihuatlán, Jal., 27 Oct (Notimex).- El Cristo del Ciclón, imagen ubicada en la parroquia de San Antonio de Padua, es visitada por los pobladores de la localidad costera de Barra de Navidad, de este municipio, luego del paso del huracán Lily, ocurrido en 1971.
En entrevista con Notimex, el párroco de Barra de Navidad, Luis Alberto Sánchez, comentó que el 1 de septiembre de 1971 “azotaba la costa de esta población el huracán Lily, eran muchos los estragos y los daños, y las personas asistieron aquí al templo como un centro de refugio”.
Mencionó que los pobladores dan testimonio de que “el Cristo baja sus brazos y en ese instante cesa la furia del huracán, por lo que a partir de ese momento la comunidad le rinde devoción a esta imagen conocida como el Cristo del Ciclón”.
Dijo que actualmente existen diversos testimonios de habitantes de la comunidad y de turistas. “Tengo tres meses que llegué a la parroquia y tengo a 10 personas que directamente han venido a dar testimonio”, mencionó.
Sánchez relató que hace aproximadamente un mes “estuvo aquí una persona que venía de la ciudad de México para compartir su testimonio ante un fraude que había recibido”.
Expresó que hay muchos testimonios, en donde generalmente son peticiones por salud, “como casos de cáncer o algunas intervenciones renales, en donde al estar en un quirófano a punto de iniciarle la intervención quirúrgica testifican que ha desaparecido la enfermedad”.
Sobre el paso del huracán Patricia, mencionó que “primero se vivió con preparativos, gracias a las autoridades que de manera oportuna dieron indicaciones sobre las medidas a considerar; la gente, dado que es el ámbito en el que viven, han sido muy nobles, han crecido mucho en este aspecto y tomaron las medidas convenientes”.
Resaltó que los habitantes atendieron todas las indicaciones de las autoridades, “pasó algo inaudito para lo que se tenía previsto, y afortunadamente una vez que toca tierra el huracán Patricia acaba la furia que tenía y no trajo ningún estrago”.
“Hay daños materiales secundarios como tejas y láminas, donde no hay pérdidas humanas afortunadamente, y las afectaciones materiales son pocas, sin embargo las hay; la gente ha crecido mucho en solidaridad, en sentido común y se han apoyado unos con otros; y ha quedado sólo en daños a plantas, árboles y palmeras”, subrayó.
A su vez, la pobladora de Barra de Navidad, Olivia Susana Gómez Caballero, indicó que ha escuchado sobre el Cristo del Ciclón de la voz de personas de la tercera edad de esta comunidad, de quienes les tocó vivir esa experiencia.
“Cuentan que en 1971 el huracán Lily era algo fuerte, por lo que la gente se reunió aquí en el interior del templo a pedirle al Señor que los auxiliara, que los socorriera”, dijo.
Agregó que de pronto la gente que estaba en la parroquia “escuchó un crujido, todos voltearon a ver y a buscar de dónde provenía y lo único que alcanzaron a percibir es que Cristo tenía los brazos abajo y se dieron cuenta de inmediato que todo cesó, todo se tranquilizó”.
Gómez Caballero indicó que a partir de ese día “así quedó el Cristo, con los brazos caídos, el señor cura que estaba en ese tiempo decidió no restaurarlo para que quedara como prueba del milagro”.
Sobre su experiencia tras el paso del huracán Patricia, destacó que “aparte del miedo que sentí, al salir a la calle vimos árboles caídos y gente que sí salió afectada en sus pertenencias, se fue la electricidad y las líneas de comunicación telefónicas, pero no hubo pérdidas humanas y es lo que más debemos valorar”.
Mencionó que agradece, ya que “ tenemos vida, porque venía con mucha furia el huracán Patricia y todo está ya más tranquilo, fue solo el susto y pérdidas materiales”.
El Cristo del Ciclón se puede apreciar en una cruz de madera con los brazos caídos y no extendidos como el resto de las imágenes católicas, y se encuentra en la parroquia consagrada a San Antonio de Padua, de la localidad costera de Barra de Navidad, en el municipio de Cihuatlán.
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