La reapertura del canje de la deuda externa del país sudamericano y la pelea en contra de los fondos “buitre” (especuladores) son dos de los principales temas que la mandataria lleva al encuentro. De hecho, a diferencia de otras giras internacionales, en esta ocasión Cristina Fernández pudo viajar en el avión presidencial sin temor a que la nave fuera embargada en algún otro país.
La semana pasada, Argentina reabrió por tercera ocasión el canje de su deuda externa luego que un tribunal de Nueva York dictó una sentencia en contra del país sudamericano para que le pagara a los fondos especulativos. Fernández reaccionó con indignación porque esos fondos sólo representan el 7.0 por ciento de sus acreedores, ya que el 93 por ciento restante aceptó las renegociaciones que Argentina propuso desde 2005.
Sin embargo, el gobierno tuvo que abrir un tercer canje obligado por el fallo del tribunal estadounidense, aunque de cualquier manera denunciará en San Petersburgo presiones que considera ilegales. La soberanía de la deuda externa de los países será apenas un tema más de la Cumbre del G20, que, por convocatoria del presidente ruso, Vladimir Putin, tendrá como ejes la estabilidad económica y el empleo.
El viernes, los países industrializados y emergentes que forman parte del G20 firmarán una declaración en la que se fijarán metas específicas para enfrentar los vaivenes económicos y financieros a nivel mundial.
La guerra civil en Siria, que ya dejó más de 100 mil muertos, se transformó en un nuevo y polémico tema de última hora debido a la gravedad de la crisis humanitaria y a la posibilidad de un ataque estadounidense. En ese sentido, Cristina Fernández ratificará su rechazo a un ataque militar en Siria, con lo que se sumará a la posición de la mayoría de los países del G20, entre ellos el anfitrión, Rusia, y de China.