La presidenta argentina Cristina Fernández acusó el sábado a la Iglesia católica de querer reeditar viejos enfrentamientos luego de que los obispos aseguraron que el país está “enfermo de violencia”.
“Miré la tapa de los diarios y vi que alguien resumía o decía que hoy la Argentina es una Argentina violenta y me di cuenta que querían reeditar viejos enfrentamientos”, expresó la mandataria.
“No me van a provocar con un título de un diario”, añadió Fernández durante un acto de homenaje al sacerdote Carlos Mugica, un religioso popular y emblemático asesinado hace 40 años por la organización derechista Triple A.
Los obispos argentinos afirmaron el viernes que el país está “enfermo de violencia”. Advirtieron que los hechos delictivos han aumentado en cantidad y agresividad, y que es evidente la incidencia de la droga en las conductas violentas.
En su informe, los religiosos manifestaron su preocupación de que en Argentina la violencia sea “cada vez más feroz y despiadada”, provoque lesiones graves y llegue “en muchos casos al homicidio”.
Agregaron que “para construir una sociedad saludable es imprescindible un compromiso de todos en el respeto de la ley”.