El informe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) apuntó la notable ausencia de una cultura del ahorro o acceso a productos financieros entre emisores y receptores de estos 60 mil millones de dólares que en promedio reciben ambas regiones anualmente.
Hizo notar que la evidencia apunta a que el volumen en que estos recursos contribuyen al ahorro de los hogares de familias pobres y vulnerables es aún muy bajo, resaltando así la importancia de bancarizar a los clientes de estas remesas.
El estudio Situación económica y envío de remesas de inmigrantes de América Latina y el Caribe en el período post-recesión fue comisionado por el Fondo Multilateral de Inversiones (FOMIN), una división del BID y preparado por la agrupación Diálogo Interamericano.
Sus conclusiones fueron resultado de una amplia encuesta realizada en el 2013 entre dos mil inmigrantes de países de América Latina y El Caribe que residen en cinco de las principales ciudades estadunidenses.
Refiere que las remesas a los ocho países incluidos en este estudio -Colombia, República Dominicana, El Salvador, Guatemala, Haití, Honduras, Jamaica y México- se han recuperado en un 12 por ciento desde el año 2009.
Aunque dos tercios de los inmigrantes dijeron ahorrar dinero de alguna manera, este en la mayoría de los casos se hace de manera informal, lo que reduce su potencial para la creación de riqueza a largo plazo.
De igual forma, aunque 60 por ciento de estos dijeron contar al menos con una cuenta bancaria en Estados Unidos, sólo un tercio de los receptores en sus países de origen tiene cuentas bancarias.
El estudio hizo notar que aunque las condiciones económicas de los inmigrantes de la región han mejorado modestamente desde la crisis financiera del 2008, estos se mantienen vulnerables en términos de ingresos, ahorro y niveles de deuda.
Esta vulnerabilidad puede ser mitigada a través de la movilización de ahorros y un mayor acceso a otros productos y servicios financieros, dijo Manuel Orozco, analista del Diálogo Interamericano y autor del informe.
Nancy Lee, Gerente General del FOMIN explicó la importancia de ampliar la participación de estos sectores de la población en los sistemas financieros formales.
Al canalizar más remesas a través del sistema financiero formal, como en cuentas de ahorro, se podría ayudar a los hogares pobres y vulnerables a beneficiarse más de estos flujos, dijo.