“Las abstenciones, el peso de los países que las ejercieron, los votos en contra, el belicismo de sus emisores y las dificultades del proceso de ratificación, no impiden celebrar la existencia () de un tratado regulador de la venta de armas convencionales”, señaló.
Las tres abstenciones en la votación por parte de India, República Popular China y Rusia, correspondieron a países de peso internacional, mientras los tres votos en contra, Corea del Norte, Irán y Siria, son belicistas, señaló en su editorial.
“La oposición de Corea del Norte, Irán y Siria es fácil de explicar. Los tres exhiben una conducta de abierto desafío a la comunidad internacional”, indicó. “Corea emitió su voto negativo a pocos días de revivir el espectro de la guerra con su vecina del sur e Irán lo hizo en medio del rechazo a la supervisión internacional de su desarrollo nuclear”, relató.
El de Siria es “un régimen ensangrentado, cuyo empleo de las armas más crueles y prohibidas indigna a las naciones civilizadas, mientras las abstenciones de India, Rusia y China, tres potencias nucleares integrantes del selecto club de países influyentes, tampoco encierra misterios”, planteó.
“Los dos últimos figuran entre los principales exportadores de armas, y el envío de material bélico, incluso a regímenes cuestionables, es un elemento relevante de su política exterior. La India, por su parte, es el principal importador de armas convencionales“, apuntó.
“Estados Unidos, el mayor exportador de armas del planeta, con un tercio del mercado global, votó el Tratado luego de descarrilar una negociación en julio”, aseguró. “En consecuencia, el texto no es equilibrado y tampoco incluye una prohibición expresa de transferir armas a grupos armados no estatales”, señaló.
No obstante, con la aprobación se logró, “por primera vez en la historia de la humanidad”, un instrumento que apunta a reglamentar el comercio de armas, actividad “estimada en 60 mil millones de dólares al año”, aseguró. El tratado, “en la práctica () no alcanzará a satisfacer los nobles ideales que lo inspiran. Es, sin embargo, un paso en la dirección correcta”, planteó.