El programa, que forma parte de los operativos contra el terrorismo, permite a la NSA obtener información como la duración de las llamadas telefónicas, su origen y su destino, pero no escuchar directamente las comunicaciones entre los usuarios.
La autorización fue otorgada por la Corte de Vigilancia de la Inteligencia Foránea (FISA), un tribunal secreto que fiscaliza la interceptación de telecomunicaciones.
“En la opinión de la administración (…) el programa de recolección de ‘metadatos’ es legal”, dijo el titular de la Dirección Nacional de Inteligencia (DNI), James Clapper al hacer alusión a los fallos de tribunales en Nueva York y California, y de otras instancias legales emitidos en los últimos siete años.
Aunque un juez del Distrito de Columbia dictaminó en diciembre pasado que el programa era “probablemente” inconstitucional, Clapper anunció que el Departamento de Justicia decidió apelar el fallo.
El DNI decidió asimismo desclasificar algunas de las decisiones adoptadas por la comunidad de agencias de inteligencia de Estados Unidos, a raíz de lo que calificó como el “continuo interés público” sobre el programa de recolección de “metadatos”.