En una decisión unánime emitida el martes, los magistrados que integran la Corte prohibieron a la ciudad de Scottsdale, un suburbio al este de Phoenix, de imponer la ordenanza que establece como ilegal que alguien esté en público cuando se encuentra bajo la influencia del alcohol u otras drogas.
Los jueces dijeron que entra en conflicto con una decisión consciente por parte de la Legislatura para tratar el alcoholismo como una enfermedad y no un crimen.
Los magistrados indicaron también que no importaba que la ordenanza de Scottsdale aplicaba solamente cuando razonablemente parece que la persona pudiera ponerse en peligro a sí mismo o a otras personas o bienes.
El dictamen es jurídicamente vinculante para los juzgados de todo el estado.
El caso se deriva de la detención en 2011 de David Coles, quien fue acusado de estar incapacitado por el alcohol en público.
Un juez municipal desechó la acusación al sostener que ésta se oponía a la ley estatal. La decisión del juez fue luego revocada por el magistrado de la Corte Superior del Condado de Maricopa, Crane McClennen.
En el dictamen de la Corte Estatal de Apelaciones, dirigido a la Corte Superior del Condado de Maricopa, se indica que la ordenanza de Scottsdale ignora una ley estatal de 1972 que despenalizó el concepto de estar borracho en público.
Las únicas excepciones fueron las personas que participan en actividades específicas, como conducir vehículos o manejar maquinaria, explicó.
La Corte de Apelaciones precisó que esa misma ley también estableció programas y servicios de tratamiento para aquellos que buscan voluntariamente ayuda.
Los legisladores también excluyeron específicamente cualquier ley local que hace que estar borracho sea un delito público por sí mismo o cualquier elemento de cualquier otro delito.
La ley de Arizona de 1972 se produjo después de años de debate sobre si el alcoholismo debe ser tratado como una enfermedad, precisó en su dictamen la Corte de Apelaciones.