La enfermera del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Sandra Alemán, narró cómo fue atacada por una madre de familia y sus hijos por portar su uniforme en las calles.
Sandra salió de su domicilio en San Luis Potosi debido a que le tocaba hacer guardia en la noche, llegó a una tienda de autoservicios a comprar un café y al salir fue la agresión.
Al lado de mi coche estaba una camioneta estacionada, había cinco o seis niños adentro del carro, como de 10 u 11 años. Me empiezan a gritar ‘es COVID, es COVID, aléjate’, a decirme majaderías. Yo le dije a los niños que no me faltaran al respeto, que se encerraran bien en la camioneta
Yo no me percato que la mamá de los niños sale después del Oxxo, yo me imagino que iba formada atrás de mí. La señora se molesta y me dice que por qué le llamo la atención a los niños. Yo le comenté que por favor les dijera que no me falten al respeto y es cuando me dijo que yo no tengo nada que andar haciendo en la calle
Sandra recibió una bofetada por parte de la madre de familia, y posteriormente ambas cayeron al suelo mientras peleaban.
Sandra escapó en su auto, al llegar al hospital donde labora no la dejaron trabajar debido a las heridas y descubrieron la fractura en sus dedos, hasta el momento tiene incapacidad.
La población tiene la idea de que nosotros, por salir de blanco, portamos el virus o que estamos contaminados y no es así. Nosotros salimos de nuestra casa con el uniforme lavado con ciertas medidas, limpio. Al momento de salir [del hospital] es cuando nos rocían líquidos especiales y nos cambiamos al salir, para no llevar la enfermedad a nuestra casa