Seúl, 19 Sep (Notimex).- Corea del Sur instó a Japón a mantener el espíritu de su Constitución pacifista tras la promulgación de la polémica legislación de seguridad impulsada por el gobierno del primer ministro, Shinzo Abe.
El Ministerio surcoreano de Asuntos Exteriores manifestó que Japón debe mantener el espíritu de la Constitución pacifista, que se ha mantenido tras el fin de la Segunda Guerra Mundial.
También llamó al gobierno de Tokio a contribuir a la paz y estabilidad regionales cuando decida e implemente su política de seguridad y defensa.
Las nuevas políticas de defensa y seguridad de Japón “también deben llevarse a cabo en la dirección de contribuir a la paz y la estabilidad en la región”, señaló la cancillería surcoreana en un comunicado, reportó la agencia surcoreana de noticias Yonhap.
Subrayó que Japón debe solicitar el consentimiento de Corea del Sur antes de ejercer el derecho de autodefensa colectiva por razones relacionadas con el interés nacional surcoreano y la seguridad de la Península Coreana.
Los polémicos proyectos de seguridad, que fueron aprobados por la Cámara baja en julio, fueron ratificados por la Cámara alta la madrugada del sábado para habilitar que sus tropas sean enviadas al exterior para tomar parte en conflictos armados.
La Constitución pacifista japonesa, que renuncia a la guerra y fue promulgada tras el fin de la Segunda Guerra Mundial, prohíbe que sus Fuerzas de Autodefensa hagan uso de la fuerza o ejerzan el derecho a la autodefensa colectiva.
En una sesión plenaria realizada el sábado por la madrugada, los legisladores de la cámara alta aprobaron una serie de iniciativas de ley para expandir el papel de las Fuerzas de Autodefensa y permitir a Japón ejercer el derecho a la autodefensa colectiva.
La coalición encabezada por el primer ministro Shinzo Abe ostenta la mayoría en el senado. Tres pequeños partidos opositores apoyaron las propuestas. La cámara baja ya había aprobado los anteproyectos.
La reforma militar permitirá a las fuerzas armadas japonesas defender a aliados y prestarles apoyo logístico si son atacados y participar en operaciones de seguridad de la ONU y aquellas destinadas a asegurar rutas marítimas o a liberar ciudadanos japoneses secuestrados en el extranjero.