A un día de anunciarse la cita de familias separadas al fin de la Guerra de Corea (1950-53), el régimen de Pyongyang insinuó que revisaría el acuerdo con Seúl sobre el encuentro si continuaba la actitud belicista contra Corea del Norte.
En un comunicado, un vocero de la poderosa Comisión de Defensa Nacional señaló que el diálogo y el ensayo general para la guerra de agresión nunca podrán ser compatibles, reportó la agencia surcoreana de noticias Yonhap.
El régimen del líder Kim Jong-un también afirmó que no puede mejorar las relaciones con Corea del Sur y construir la confianza intercoreana mientras Seúl abre su espacio aéreo para que los bombarderos estadunidenses puedan entrar en el país.
“Dejamos claro que no son compatibles nunca los diálogos y el ensayo de una guerra, y la reconciliación y la confrontación”, subrayó la comisión, que añadió que es absurdo celebrar las reuniones de las familias separadas ante el peligro de un ejercicio de guerra nuclear.
El documento se divulgó un día después de que las dos Coreas acordaron celebrar la reunión familiar del 20 al 25 de febrero, la primera en más de tres años, en el complejo turístico del Monte Kumgang, localizado en Corea del Norte. Desde finales de febrero hasta abril, Seúl y Washington prevén realizar sus ejercicios militares conjuntos anuales, que Pyongyang ha denunciado como ensayo general para una invasión a territorio norcoreano.
El ejército surcoreano ha confirmado que llevará a cabo las maniobras “Key Resolve” y “Foal Eagle” con Estados Unidos según lo programado, tras señalar que los ejercicios militares tienen una naturaleza defensiva.