La celebración de partidos de la Copa Mundial de Futbol, entre ellos la final del torneo en el Estadio Maracaná, y los Juegos Olímpicos en 2016, han provocado un aumento en el alquiler y precios de venta de inmuebles en esta capital, cuya tendencia es calificada como burbuja.
La ley en Brasil estipula que, salvo excepciones, sólo existen dos tipos de contrato inmobiliario de alquiler: uno de temporada, con un plazo máximo de tres meses consecutivos para un mismo inquilino, y otro residente, que tiene una vigencia fija de 30 meses.
Aunque los más afectados por esta tendencia alcista son los alquileres de temporada para el periodo cercano a la Copa del Mundo (12 de junio-13 de julio), también el precio de alquiler por 30 meses ha crecido desde que Brasil fue elegida sede mundialista en 2007.
Los datos de la Asociación Brasileña de Administradores de Inmuebles (ABADI) indican que, sólo en 2013, el precio del alquiler por 30 meses en la zona de Maracaná aumentó 20.3 por ciento, situando el metro cuadrado hasta los 28.4 reales (13 dólares), lo que provoca que un departamento de 100 metros cuadrados cueste por encima de los mil 200 dólares.
En el caso de rentar por temporada, los precios pueden ser disparatados en zonas junto al estadio de la final, con propietarios que actualmente piden hasta 53 mil dólares por el mes del alquiler en un departamento estándar de dos o tres cuartos.
Esta situación anómala para un país donde el salario medio es de 800 dólares mensuales se repite en Sao Paulo, junto al Arena Corinthians, estadio donde se disputará el partido inaugural entre Brasil y Croacia.