Cuando el marido de Neha Mahajan recibió un traslado en su trabajo de Nueva Delhi a Nueva Jersey, ella se sintió emocionada de ir con él. Pero la emoción se desvaneció cuando la reportera de televisión se dio cuenta de que no había forma de que consiguiera un empleo en Estados Unidos porque las leyes de inmigración le prohibían trabajar.
Durante seis años, se sintió muy frustrada.
Eso cambió el martes, cuando el gobierno de Obama anunció una revisión de la normativa de visados para permitir que los cónyuges de algunos inmigrantes muy cualificados puedan solicitar empleos en Estados Unidos a partir de este año. Cada año se emiten unos 85.000, la mayoría para empresas de tecnología.
“Esta norma es un gran, gran alivio para mí”, dijo Mahajan en una rueda de prensa organizada por activistas defensores de la reforma migratoria. “Por fin puedo soñar con ser yo misma”.
Leon Rodríguez, director de Servicios de Ciudadanía e Inmigración en Estados Unidos, dijo que el cambio alentará a que más trabajadores cualificados viajen al país con visados H-1B y soliciten permisos de trabajo para quedarse allá. Atraer a esos trabajadores, y a sus cónyuges, dará un impulso a la economía estadounidense, señaló.
“En muchos casos, son por derecho propio trabajadores muy cualificados”, dijo Rodriguez a la prensa añadiendo que muchas familias tenían problemas económicos cuando uno de los cónyuges no podía trabajar, y en algunos casos volvían a su país de origen.
Hasta ahora, sus parejas recibían un visado diferente, el H-4, que les impedía obtener un número de seguridad social. Simplemente, no podían ganar dinero de forma legal.
“Éste es un cambio muy esperado que no nos hará más que bien”, dijo el abogado de inmigración Daniel Kowalski, de Austin, Texas. “Los cónyuges con H-4 se beneficiarán, darán un uso productivo a sus habilidades, suavizando el estrés de familias que antes se veían lastradas con un cónyuge de talento apartado. No hay lado malo”.
El senador Jeff Sessions, republicano por Alabama, discrepa. En un comunicado de prensa, dijo que los cónyuges de trabajadores extranjeros quitarán empleos a los estadounidenses.
“El gobierno dice que esto espera reducir el ‘estrés personal’ sobre los trabajadores invitados. ¿Qué hay de los estreses de los trabajadores americanos, y sus familias y cónyuges, y sus hijos?”, dijo Sessions.
El gobierno de Obama anunció sus planes para cambiar la ley el pasado mayo. El gobierno estima que hasta 179.000 personas podrían solicitar permisos de trabajo el primer año con el cambio, y otras 55.000 anuales después. Las solicitudes se aceptarán a partir del 26 de mayo.
El anuncio se produjo mientras el gobierno de Obama lucha con los republicanos por sus planes de aplicar medidas de inmigración más amplias que permitirían a 4 millones de personas que entraron en el país de forma ilegal solicitar permisos de trabajo y les protegería de la deportación. Un juez federal bloqueó temporalmente la medida, y el gobierno ha apelado.