La noticia era la primera muestra de progresos durante el segundo día de conversaciones en Astaná, Kazajistán, entre el gobierno sirio y facciones rebeldes.
El mecanismo permitiría a los tres países responder de inmediato a noticias sobre infracciones en el alto el fuego utilizando “su influencia” para poner fin a los ataque, indicó Anadolu. La agencia basó su reporte en fuentes no identificadas.
El acuerdo forma parte de una declaración conjunta en la que se estaba trabajando para publicar a lo largo del día, indicó Anadolu.
El enviado de Naciones Unidas a Siria, Staffan de Mistura, había dicho antes el martes que había motivos para el “optimismo” y prometió un “resultado” para más tarde el martes.
Las conversaciones del lunes en Astaná sólo incluyeron un breve encuentro cara a cara entre los representantes del gobierno y los rebeldes, el primero desde el inicio de la guerra en siria en 2011. Ese breve encuentro se vio seguido rápidamente por duros comentarios cruzados.
De Mistura dijo a los periodistas congregados ante el hotel Rixos de Astaná que había conversaciones en marcha para ultimar una declaración que asegure que el alto el fuego “se hace más sólido”. No entró en detalles.
“No estamos lejos de una declaración final”, dijo. “Se ha trabajado mucho en ello. Si la que estamos viendo se concreta, hay algo de optimismo”.
El portavoz rebelde sirio, Osama Abo Zayd, dijo que pese a los signos alentadores “esperan algo más que declaraciones”.
Los rebeldes han depositado sus esperanzas en Rusia y Turquía, que auspiciaron el alto el fuego instaurado el 30 de diciembre. Irán, aliado del gobierno en Damasco, ha dado su aprobación al alto el fuego y es uno de los impulsores de la conferencia en Astaná.
La delegación rebelde quiere ampliar el alto el fuego mediado por Rusia y Turquía a toda Siria. La violencia ha remitido desde que se aplicó la tregua, aunque sigue habiendo combates en torno a la capital, Damasco, donde gobierno y rebeldes se acusan mutuamente de incumplir el alto el fuego.
El gobierno dice perseguir a miembros de la filial de Al Qaeda en Siria en zonas rebeldes, un grupo que no está incluido en el alto el fuego. Los rebeldes afirman que sólo el grupo Estado Islámico debería estar exento del alto el fuego, y no los combatientes vinculados a Al Qaeda.
Además del alto el fuego, Naciones Unidas ha pedido acceso a zonas rebeldes asediadas por fuerzas del gobierno en todo el país. Los rebeldes también mantienen cercados dos pueblos en el norte de Siria.
El gobierno debe abandonar su política de forzar la rendición de zonas rebeldes, afirmó Abo Zayd.
“Para que esta conferencia tenga éxito, necesitamos un alto el fuego y el fin de los desplazamientos forzosos”, dijo.
En los últimos meses, el gobierno ha firmado varios acuerdos de capitulación con grupos rebeldes, especialmente cerca de Damasco, donde tras duros combates y un asfixiante asedio, los rebeldes aceptan evacuar junto con otros rivales del gobierno a zonas bajo control rebelde en el norte de Siria.
Damasco describe estos pactos como acuerdos de “reconciliación”, mientras que Naciones Unidas dice que rebeldes y vecinos a menudo no tienen otra opción, lo que supone un desplazamiento forzoso.