Ginebra, 26 Nov (Notimex).- El relator especial de Naciones Unidas sobre la situación de los derechos humanos en la República Popular Democrática de Corea, Marzuki Darusman, alertó hoy que nada ha cambiado en el país y siguen cometiéndose crímenes de lesa humanidad.
Desde hace dos años, cuando la Comisión de Investigación de la ONU presentó un informe ante el Consejo de Derechos Humanos sobre los crímenes contra la humanidad en ese país asiático, no se han observado avances y la situación sigue siendo grave.
Desafortunadamente, la situación de los derechos humanos en Corea del Norte no ha mejorado y los crímenes contra la humanidad documentados por la Comisión de Investigación siguen cometiéndose, señaló Darusman en un comunicado, al concluir su misión en ese país.
Es hora de hacer balance de lo que se ha hecho en los últimos dos años y proseguir con la rendición de cuentas por los crímenes detallados en la investigación, dijo el experto, quien presentará su último informe ante el Consejo de Derechos Humanos en marzo de 2016, antes de que termine su mandato.
El relator destacó el papel crucial que juega la sociedad civil en adoptar un papel de liderazgo para exigir la rendición de cuentas por parte del gobierno en materia de derechos humanos.
El informe presentado hace dos años en Ginebra por el presidente de la Comisión de Investigación, Michael Kirby, describe, entre otros crímenes, mujeres obligadas a ahogar a sus propios hijos, esclavitud, ejecuciones sumarias, torturas y violencia sexual.
La gravedad, escala y naturaleza de estas violaciones (a los derechos humanos) revela un Estado que no tiene parangón en el mundo contemporáneo, alertó la Comisión de Investigación en su reporte, señalando abiertamente al líder norcoreano Kim Jong-un.
Entre los crímenes contra la humanidad documentados de manera exhaustiva en el informe de 372 páginas, figuran: exterminio, asesinato, esclavitud, desaparición forzosa, ejecuciones sumarias, torturas, violencia sexual.
Así como abortos forzosos, privación de alimento, desplazamiento forzoso de poblaciones y persecución por motivos políticos, religiosos, raciales o de género, que Kirby calificó como atrocidades indescriptibles.
Además, denunció que de 1996 a 2000, murieron de hambre en Corea del Norte entre 600 mil y un millón de personas.
Junto con el informe, Kirby remitió una carta al líder Kim Jong-un, en la que le advierte que como máximo responsable de todas las instituciones del Estado, debe asumir su responsabilidad sobre esos crímenes, incluso si no ha participado directamente en ellos.
Hasta la fecha no se ha podido remitir el caso a la Corte Penal Internacional porque Norcorea no es parte del Estatuto de Roma, por lo que se necesitaría la intervención del Consejo de Seguridad de la ONU, pero China ha vetado cualquier iniciativa en este sentido.