El paro de maestros en Argentina inició el pasado 5 de marzo, cuando los gremios magisteriales anunciaron que no comenzarían el año lectivo hasta que el gobierno provincial accediera a sus demandas de incrementos salariales mayores al 30 por ciento.
La oferta del gobernador Daniel Scioli fue de aumentos inmediatos de 21.9 por ciento, más otro de 9.0 por ciento a partir de agosto. Los maestros rechazaron la propuesta por considerarla insuficiente, razón por la cual ya advirtieron que mantendrán el paro de manera indefinida.
En medio del conflicto, la directora general de Cultura y Educación bonaerense, Nora de Lucía, reveló que hay casos de maestros que ganarían hasta 44 mil 255 pesos mensuales (alrededor de cinco mil 500 dólares) con el ajuste ofrecido por el gobierno.
La difusión de las cifras indignó al Sindicato Unificado de Trabajadores de la Educación de Buenos Aires (Suteba), a la Federación de Educadores Bonaerenses (FEB) y a la Unión de Docentes de la Provincia de Buenos Aires (Udocba), quienes exigen nuevas negociaciones.
Sin embargo, el gobernador Scioli prevé otorgar por decreto los incrementos salariales, no hasta el nivel que demandan los profesores, porque sólo de esa manera estarían obligados a regresar a las aulas.
El secretario general del Suteba, Roberto Baradel, advirtió que “no sería bueno” que la administración de Scioli otorgue el aumento de forma unilateral, porque deslegitimaría las negociaciones salariales que se realizan cada año. La provincia (de Buenos Aires) va a estar en conflicto todo el año, independientemente de la metodología de protesta”, afirmó al descartar que la crisis pueda resolverse por decreto, como quiere el gobierno provincial.