El Gobierno mexicano informó este martes que recibió una carta de reembolso sobre “gastos no recuperables” por parte del consorcio China Railway Construction Corporation (CRCC), esto debido a la cancelación del tren de alta velocidad que iba conectar la Ciudad de México con Querétaro.
La Secretaria de Comunicaciones y Transportes (SCT) detalló que, de acuerdo a la misiva, el consorcio estatal chino pretende recuperar los costos realizados en gasto de pasajes y hospedajes de su personal enviado a México desde el arranque del concurso hasta la firma de contrato.
En la carta enviada a la Dirección General de Transporte Ferroviario y Multimodal, se detalló que el consorcio reclama los honorarios del personal técnico, profesional y administrativo que “participó en forma directa en la preparación e integración de la propuesta” presentada por el consorcio.
Otros de los gastos que se mencionan son el uso de materiales y equipo de oficina, así como la impresión de planos durante la preparación e integración de la propuesta.
La SCT indicó en un comunicado que su Unidad de Asuntos Jurídicos analiza el documento y emitirán su respuesta en los próximos días junto con al Dirección General de Transporte Ferroviario y Multimodal.
El 3 de noviembre último, el Gobierno de México había anunciado que el consorcio CRCC había ganado la licitación para construir el que iba ser el primer tren de alta velocidad en Latinoamérica.
Sin embargo, cuatro días después y ante las suspicacias generadas por ser el único ofertante del proceso, el Ejecutivo revocó la decisión y señaló que iba repetir el proceso de adjudicación para que todo fuera más transparente.
Se cuestionó principalmente la participación en el consorcio encabezado por CRCC de la firma Teya, en la que tiene participación la empresa Grupo Higa, acusada de haber recibido trato favorable por parte del actual presidente Enrique Peña Nieto en su anterior cargo como gobernador del estado de México.
Esa empresa construyó una lujosa mansión adquirida por la esposa de Peña Nieto, Angélica Rivera, un inmueble que en las últimas semanas fue objeto de polémica en los medios mexicanos, aunque el Gobierno de México negó conflictos de interés por este asunto.