Este lunes Argentina amaneció conmocionada por la muerte del fiscal Alberto Nisman, quien había acusado a la presidenta Cristina Fernández de ser la cabeza de un plan para encubrir iraníes acusados de realizar un atentado contra la sede judía de Buenos Aires en 1994.
La denuncia del fiscal era la más fuerte que tenía la mandataria en su contra, a la que también se le acusa de vínculos con una empresa hotelera que no paga impuestos.
Nisman fue encontrado esta madrugada del lunes en el interior del baño de su departamento ubicado en Buenos Aires, con un disparo en la sien. Aún se desconoce si se trató de asesinato o un suicidio.
Viviana Fein, fiscal que investiga su muerte, dijo a los periodistas que Nisman no dejó ninguna carta y que “no hubo oportunidad de hablar con vecinos” sobre lo ocurrido.
Agregó que la muerte de su colega se produjo por “un disparo de arma de fuego” pero advirtió que hay que esperar los resultados de la autopsia para conocer “la causa determinante” del fallecimiento.
El fiscal había pedido la semana pasada la indagatoria de Fernández, del ministro de Relaciones Exteriores Héctor Timerman y otros allegados al gobierno. Este lunes Nisman debía presentarse en el Congreso para explicar los alcances de su denuncia.
Usuarios de las redes sociales manifestaron su repudio y exigieron una investigación profunda para aclarar la muerte del fiscal, mientras que políticos de la oposición dijeron no creer que el fiscal con la causa judicial más importante de Argentina cometiera suicidio.
Una de las más escépticas es la diputada opositora Patricia Bullrich, quien dijo que Nisman le señaló tres días atrás que “estaba amenazado” luego de haber denunciado a la presidenta y afirmó que no cree en la hipótesis de un suicidio. “Me dijo que estaba amenazado, me lo dijo el viernes y me lo dijo el sábado”, afirmó Bullrich a periodistas.
Nisman llevaba aproximadamente dos años y medio investigando la causa por el atentado, en la cual se obtuvieron varias pruebas gracias a las escuchas telefónicas. El fiscal había asegurado que se sentía muy seguro con el paso que estaba dando y había advertido a su hija de 15 años que iba a escuchar muchas cosas en su contra.
El 18 de julio de 1994, una camioneta cargada con explosivos estalló frente al edificio de la AMIA. Ocho iraníes, algunos de ellos altos funcionarios del país en el momento del ataque, fueron acusados y sobre cinco de ellos pesan circulares rojas de Interpol o prioridades de búsqueda
El reemplazante de Nisman por la causa contra los atentados de la AMIA será el fiscal Alberto Gentili.