Su pedido de licencia fue aprobado el miércoles por la Asamblea Nacional, con 97 votos del total de 100 asambleístas que asistieron a la sesión. Durante ese período Correa será reemplazado en funciones por el vicepresidente Lenín Moreno.
Correa no estaba obligado a pedir una licencia para poder postularse a la reelección, “pero lo ha hecho porque seguramente conoce que la brecha en la intención de voto entre su partido y las demás candidaturas no es muy grande”, dijo a la AP el politólogo Santiago Basabe.
“Es una decisión muy difícil, pero Correa necesita a ser candidato el 100 por ciento de su tiempo y recorrer el país para apuntalar su candidatura y la de sus asambleístas”, opinó.
La asambleísta de oposición Diana Atamaint dijo que la licencia “no cambia nada. La publicidad oficial seguirá. Correa podrá utilizar recursos del estado y no habrá equilibrio con respecto a los otros partidos políticos”.
El politólogo Jorge León señaló que Correa no dejará efectivamente el poder “porque seguirá siendo presidente”.
“Podrá utilizar su seguridad, el transporte y algunos otros recursos del Estado porque sigue en su cargo y todo el aparato del Gobierno seguirá igual. La presencia del vicepresidente Lenín Moreno será figurativa”, señaló.
“Una licencia le da más libertad de acción, porque puede dedicarse a tiempo completo a ser candidato, demostrar que podría ganar sin estar en la Presidencia y apuntalar a su partido político. Es una ventaja”, opinó.
En la historia de Ecuador, sólo dos presidentes anteriores buscaron la reelección: Juan José Flores en 1843 y Gabriel García Moreno en 1869. Las constituciones ecuatorianas posteriores no permitían la reelección, pero eso cambió con la actual Carta Magna aprobada en 2008.