Calderon, senador estatal demócrata por el distrito de Montebello, era investigado por la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) desde el año pasado por delitos relacionados con soborno y corrupción.
Tras enterarse de que ha sido nombrado en una acusación criminal ante un jurado federal en Los Ángeles, Calderon aceptó entregarse de manera voluntaria el próximo lunes, debido a que se encuentra de viaje, indicó la fuente.
Entre los 26 cargos que se le imputan, el senador es acusado de haber pedido y recibido cerca de 100 mil dólares de un hombre de negocios y de personas asociadas con un estudio de cine, que resultaron ser un agente encubierto de la FBI.
Asimismo, Calderon es señalado de haber usado su cargo de elección popular para obtener beneficios personales a cambio de impulsar reformas a la ley.
El legislador está acusado también de fraude postal, fraude electrónico, fraude en servicios honestos, sobornos, conspiración de lavado de dinero y falsa declaración de impuestos.
En la acusación se indicó que Ron también recibió boletos de avión, cenas gourmet y viajes a campos de golf a cambio de apoyar una legislación favorable a los solicitantes, además de que habría intentado convencer a otros funcionarios para que apoyaran la ley.
La corrupción pública es una traición a la confianza pública que amenaza la integridad de nuestras instituciones democráticas, dijo el fiscal federal André Birotte Jr.
La mañana de este viernes fue arrestado el hermano del legislador, Thomas Calderon, un ex miembro de la Asamblea de California, quien está acusado de siete cargos de lavado de dinero en relación con fraude de seguros de salud.
Thomas Calderon se entregó de forma voluntaria esta mañana tras ser notificado de la acusación en su contra y se espera que sea instruido de los cargos esta misma tarde.
De ser hallado culpable de todos los cargos, Calderon, de 56 años, podría ser sentenciado a 396 años de prisión y su hermano a 160 años.
En junio pasado, agentes de la FBI allanaron la oficina de Ron Calderon en Sacramento debido a la preocupación que generó entre las autoridades federales el flujo de ingresos del legislador.
El demócrata había sobresalido entre sus colegas por la alta cantidad de dinero que gastaba, además de que se ganó la reputación de que aceptaba todo tipo de regalos de parte de personas que tienen intereses en juego en la legislatura.