Un oficial de carabineros resultó quemado en una de sus piernas, con una bomba molotov y manifestantes encapuchados quemaron un vehículo y destruyeron ventanillas de otros, terminado el acto artístico en la Plaza Almagro.
La marcha iniciada en la capitalina Plaza Italia, y que reunió a unas 40 mil personas, de acuerdo con un parte de la policía chilena, y 100 mil según los convocantes, se desarrolló sin incidentes y tras dos años volvieron a pasar frente al presidencial Palacio de La Moneda.
La manifestación estudiantil, convocada por la Coordinadora Nacional de Estudiantes Secundarios (Cones) y la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios (ACES), y con el apoyo de estudiantes universitarios demandó la participación estudiantil en la política educacional.
La vocera de la Organización de Federaciones de Educación Superior (Ofesup), Grace Arcos declaró que es importante que una reforma educacional no se haga de espalda a la ciudadanía, sino de cara a la ciudadanía.
Arcos pidió “construir en unidad la reforma educacional y avanzar también en la profundización del rol público de la educación”.
Por su parte, la portavoz de ACES, Lorena Soto acuso a la coalición gobernante, la Nueva Mayoría, de contradicciones y ambigüedades, que no se traducen en nada.
En tanto, la presidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile, Melissa Sepúlveda, dijo que el movimiento estudiantil afronta “un escenario donde se han generado grandes expectativas por un Gobierno que toma las consignas del movimiento social y hace grandes promesas.
Bachelet “habla de educación gratuita, de educación como un derecho social, de cambiar el paradigma de la educación. Sin embargo, eso aún no se traduce en nada”, advirtió la dirigente.
La presidenta de la federación de estudiantes de la Universidad Católica, Naschla Aburman, señaló: demandamos participación, que exista un canal formal para que esto sea un poco más representativo.