PITTSBURGH (AP) Las lesiones obligaron a que Ben Roethlisberger, Antonio Brown y Le’Veon Bell esperaran durante tres campañas la oportunidad de jugar juntos en un partido de playoffs. El siguiente duelo de los tres astros de Pittsburgh en postemporada no demorará tanto.
Bell impuso un récord de la franquicia en los playoffs al correr para 167 yardas con dos anotaciones; Brown atrapó cinco pases de Roethlisberger para 124 yardas y un par de touchdowns en el primer cuarto, y los Steelers aplastaron el domingo 30-12 a unos diezmados y erráticos Dolphins de Miami.
“Le’Veon estuvo bestial”, dijo Brown. “Durante todo el día, controló la línea de golpeo, eludió a los rivales y encontró la forma de poner el balón en la zona de anotación. Siempre que juega así, somos un equipo muy difícil de vencer”.
En los dos años anteriores, Bell pasó enero mirando impotente mientras Pittsburgh trataba de avanzar en los playoffs sin él.
“Ahora queríamos salir para hacer una declaración enfática”, dijo.
Pittsburgh (12-5) logró su octava victoria consecutiva y se vengó de la derrota que le propinaron los Dolphins (10-7) a mediados de octubre. El próximo domingo, visitará a Kansas City (12-4), campeón de la División Oeste de la Conferencia Americana.
El 2 de octubre, los Steelers apabullaron 43-14 a los Chiefs.
Los Dolphins trataron de dar pelea y de argumentar que no se amedrentarían por el frío de 12 grados bajo cero. Usaron mangas cortas durante el calentamiento previo al partido.
Pero Ryan Shazier, linebacker de los Steelers, se mostró aún más temerario, pues corrió con el torso desnudo. Dejó claro así el mensaje de que los jugadores de Pittsburgh se sienten cómodos en esta temporada del año.
Y luego, los Steelers lo demostraron.
Anotaron en sus primeras tres posesiones. Así, continuó la plaga que aqueja a Miami, con 17 años sin un triunfo en postemporada.
Brown convirtió un par de pases cortos en largos avances hasta la zona de anotación. Tras hacerse del primero, corrió 50 yardas por un costado, durante un recorrido en que esperó pacientemente a que el tight end Jesse James aportara el bloqueo que necesitaba.
En el segundo, siguió una trayectoria cruzada para avanzar 62 yardas hasta las diagonales. Mientras cruzaba la línea de gol, el receptor estelar señaló a un jugador de la defensiva de Miami.
Pittsburgh tomó así una delantera de 14-0 antes de que se cumplieran los primeros 10 minutos del partido.
Matt Moore jugó de inicio en un partido de playoffs por primera vez en su carrera de una década, debido a que el quarterback titular Ryan Tannehill siguió marginado por un esguince de rodilla. Moore estuvo a punto de unirse a Tannehill entre los lesionados, pues se llevó un duro golpe al mentón, por parte del linebacker Bud Dupree, quien lo embistió con el casco.
Sin embargo, el mariscal de campo volvió minutos después del tremendo impacto y completó 29 de 36 envíos para 289 yardas, con un touchdown y un interceptado.
“Necesité un segundo para recuperarme”, relató. “Con todos los protocolos que hay ahora en la NFL tuve que hacer eso. Pero estaba bien”.
Moore soltó el balón dos veces en territorio de los Steelers, cuando Miami trataba de reaccionar.
El primer balón suelto, provocado por James Harrison, cortó un avance de Miami en la yarda 13 de Pittsburgh. En el segundo, Moore chocó con el corredor Jay Ajayi, lo que preparó la escena para un gol de campo de Chris Boswell.
Pittsburgh se colocó arriba por 23-6 a la mitad del tercer cuarto y no hubo más suspenso en el encuentro.
Roethlisberger completó 13 de 18 envíos para 189 yardas, con dos anotaciones y un par de interceptados. Se torció un tobillo en la penúltima serie ofensiva, y usaba un botín ortopédico en el pie derecho cuando habló con la prensa.
Sin embargo, se trató de una medida preventiva, informaron los Steelers. Más les vale, pues necesitan a sus tres astros saludables.