México, 31 Oct (Notimex).- La fuerza y fragilidad del cuerpo humano se ejecutó armoniosamente en el espectáculo de la Compañía Laleget Danza, que bajo la dirección de Diego Vázquez celebró 10 años de trayectoria en el Teatro de la Danza del Centro Cultural del Bosque (CCB).
En el emblemático recinto de la danza, la agrupación ofreció un espectáculo de danza contemporánea a través de sus bailarines quienes interpretaron un programa que incluyó las piezas “Pendiente” y “False cognate”, que fueron ovacionadas por los asistentes.
La compañía que cuenta con 10 años de labor artística y que se ha presentado en diversos escenarios nacionales e internacionales, hizo de la noche su fiesta de celebración, junto con un público que se unió a través de fuertes aplausos.
Para tal ocasión, escenificó la pieza coreográfica “Pendiente”, coproducción con Teatro Luna Blou, de los Países Bajos, la cual consistió en un dueto inspirado en las imágenes y escenas de la novela “Crónica de una muerte anunciada”, de Gabriel García Márquez.
El amor prohibido, la violencia, la venganza y el desprecio fueron temas que se abordaron en la obra “Pendiente”, que contó con la participación de Raúl Maduro, artista sonoro, la cual se enriqueció con un juego de iluminación.
El programa de celebración incluyó la obra “False cognate” que fue un trabajo unipersonal a cargo de Diego Vázquez, inspirado en su relación con la Biblia y la confrontación que sufre a través de ella, pero también incorporó vivencias personales del coreógrafo y bailarín.
La compañía dancística Laleget, fundada en 2005 por Diego Vázquez, se ha presentado en escenarios como el Palacio de Bellas Artes, el Centro Nacional de las Artes y el Teatro de la Ciudad “Esperanza Iris”.
Ha recibido apoyos del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes y del gobierno del estado de Morelos para la producción de sus coreografías.
El objetivo de la agrupación es llegar a los espectadores, apelar a sus emociones y a sus propias referencias, así como ofrecer una propuesta congruente con la danza del siglo XXI y no dejar de construir obras, sino involucrarse en el proceso creativo.