Europa pide a Turquía acciones y declaraciones sin “exceso”.
La Comisión Europea ha mostrado preocupación por los hechos acontecidos este fin de semana en Holanda en relación a la visita del ministro de Asuntos Exteriores de Turquía al país del tulipán.
El pasado fin de semana, los Países Bajos prohibieron a Mevlut Cavusoglu aterrizar en aquel país, en dónde pretendía asistir a un evento político enmarcado en la campaña de un referéndum constitucional turco.
Esto dio origen a diversas manifestaciones en el centro de Rotterdam.
“Es esencial evitar nuevas escaladas y encontrar maneras de calmar la situación”, dijeron la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, y el comisario de Política de Vecindad, Johannes Hahn, en un comunicado conjunto.
“Las cuestiones que preocupan solo se pueden resolver a través de los canales de comunicación abiertos y directos”, añadieron.
Dinamarca, Suecia, Suiza, Alemania y Austria fueron otros países que tomaron la misma decisión manteniendo el discurso de que sus países no serán sede de la política interna de otra nación.
Recep Tayyip Erdogan, presidente turco, calificó al gobierno holandés de nazi y amenazó a los europeos con represalias.
Mogherini y Hahn expresaron su preocupación con respecto a los cambios propuestos en la reforma constitucional que será votada en el referendo del 16 de abril, en especial después del informe publicado hoy por el Consejo de Europa.
La máxima institución de defensa de los derechos humanos en Europa, de la que forma parte Turquía, se inquieta por la “excesiva concentración de poder en una única oficina” y por lo que se considera una amenaza a la independencia del Poder Judicial.
Según el informe, elaborado por la Comisión Venecia del Consejo de Europa, Turquía corre el riesgo de alejarse de un “modelo presidencial democrático con separación de poderes”.
La CE urgió al gobierno de Ankara a responder a las preocupaciones y recomendaciones expresadas en el documento.