Los comerciantes de República Dominicana demandan se aplacen las medidas fiscales que los obligarán a transparentar sus declaraciones de impuestos.
“No estamos listos aún” para la puesta en marcha de las denominadas soluciones fiscales, aseguró Iván García, presidente de la federación de comerciantes, un gremio compuesto por unos 32.000 establecimientos.
Los 1.500 locales de comercio minorista del principal mercado de comestibles de Santo Domingo permanecieron cerrados el miércoles, así como la mayoría de pequeñas tiendas y salones de belleza en los barrios donde se concentran los clases populares a hacer sus compras.
García aseguró que la huelga paralizó las actividades comerciales en varias provincias y de no llegar a algún acuerdo con las autoridades continuará el jueves.
Las cadenas de supermercados, farmacias, tiendas de ropa, almacenes y grandes centro comerciales en Santo Domingo mantenían sus operaciones con normalidad.
Los comerciantes detallistas se oponen a la obligatoriedad de instalar en sus establecimientos impresoras con dispositivos que permitan a las autoridades fiscales conocer con precisión, por primera vez, sus montos de ventas y de esa manera evitar la evasión fiscal.
De acuerdo con datos de la Dirección General de Impuestos Internos, la evasión del impuesto a las ventas representa cerca del 42% de las recaudaciones potenciales.
El proyecto para instalar impresoras o algún otro tipo de dispositivo fiscal en todos los negocios fue aprobado en 2008 y estaba previsto que los comercios estuvieran equipados con esos instrumentos a más tardar el 1 de enero del 2014.
García explicó que el costo de las impresoras fiscales, de 150.000 pesos (unos 3.500 dólares) es muy elevado para la mayoría de los pequeños comerciantes.
La Dirección General de Impuestos Internos mantuvo durante el 2013 una campaña de créditos para que los pequeños comerciantes instalarán a tiempo los equipos.
Guarocuya Félix, director de impuestos internos, recordó el miércoles que no todos los negocios necesitan adquirir las impresoras fiscales, ya que los comerciantes muy pequeños recibirán sin costo el tipo de equipo que requieran.
Los comerciantes también protestan por el incremento a partir del 1 de enero pasado del 8% al 11% a algunos productos alimenticios básicos, como cacao, azúcar, yogur y café, que estaba previsto en una impopular reforma fiscal que entró en vigencia en el 2013.