En entrevista, el vocero de la FLAMA, Alfredo Neme, también solicitó a la Secretaría de Economía incluir en la Cruzada contra el Hambre programas para modernizar los canales de comercio tradicional, mejorar la logística en las centrales de abasto del país y eficientar el acopio post-cosecha.
Lamentó que este programa no contemple un proyecto específico para minimizar las pérdidas post-cosecha y de alimentos durante su almacenamiento, transporte, distribución y comercialización.
Ello a pesar de que “en la realidad se desperdician por ese concepto en el sistema alimentario más de 37 millones de toneladas, es decir el cinco por ciento de la producción nacional calculada en más de 715 millones de toneladas”, aseveró.
Neme Martínez precisó que el decreto que establece el Sistema Nacional para la Cruzada contra el Hambre, publicado recientemente, precisa que se aceptarán las aportaciones que presenten organizaciones sociales e iniciativa privada.
Por ello, se pronunció a favor de que los pequeños y grandes comerciantes de alimentos ya organizados puedan integrarse al Consejo de la Cruzada Nacional contra el Hambre.
Indicó que “FLAMA está en la mejor postura para hacer aportaciones ya que en dicho consejo interactúan secretarios de Estado, representantes de organizaciones sociales y privadas; representantes de instituciones académicas, y voceros de organismos e instituciones internacionales”.
Al hacer un análisis del decreto, Neme Martínez sostuvo que es indispensable modernizar el Sistema Alimentario Mexicano desde el proceso de producción hasta llegar al punto de venta final, para reducir las mermas y pérdidas a lo largo de las distintas etapas que están involucradas.
Lo anterior, insistió, es indispensable en México si se considera que Latinoamérica desecha, cada año, 100 millones de toneladas de alimentos como lo ha reportado la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura.