No vamos a tener ninguna tregua, no vamos a dar cuartel, porque la lucha contra el hampa que está afectando a los ciudadanos es una lucha decidida y contundente, sentenció este viernes el mandatario desde uno de los barrios de la capital. Juan Manuel Santos ordenó la víspera a las autoridades demoler las casas o sitios donde se vendan estupefacientes, como parte de la nueva política de desarticulación del microtráfico de drogas, que tanto daño hace a los colombianos.
El jefe de Estado explicó este viernes que lo que se lanzó el jueves es una cruzada a favor de la seguridad de los ciudadanos en contra de esas fábricas de crimen que son las ollas, los expendios, como el que aquí acabamos de derribar.
Por ello, pidió a las comunidades que lo acompañen en la lucha que han emprendido las autoridades, porque es así como vamos a vencer este nuevo enemigo al que le hemos declarado la guerra, lo hemos declarado objetivo de alto valor.
Santos manifestó durante el operativo de demolición que con la nueva política se pretende convertir esos sitios de distribución de estupefacientes en instalaciones que ayuden al bienestar de los habitantes. Aquí no se le va a violar a nadie sus derechos pero sí vamos a obrar con toda la contundencia porque estas ollas, estos expendios son unas verdaderas fábricas de crimen, puntualizó el gobernante.