¡La paz ahora!, es el título del texto presentado en Roma por el presidente de la Comunidad, Marco Impagliazzo, y cuyo principal objetivo es impulsar el avance de las conversaciones entre el gobierno y la guerrilla que tienen lugar en La Habana, Cuba.
El llamamiento lleva la firma de personalidades como los premios Nobel de la Paz Desmond Tutu y Adolfo Pérez Esquivel, el ex secretario del Fondo Monetario Internacional Michel Camdessus y el negociador para el fin de la guerra en El Salvador, Oscar Andrés Santamaría.
En el grupo destacan también los mexicanos Luis H. Álvarez, ex negociador del gobierno con el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y Luis Felipe Bravo Mena, ex embajador de México ante la Santa Sede. Los colombianos están frente a la encrucijada histórica de poner fin a la guerra, de una vez por todas, o de continuar con el desangre que por más de 50 años han venido padeciendo, estableció el documento.
Celebramos que el actual gobierno y las guerrillas hayan decidido buscar fórmulas de entendimiento que permitan una salida negociada a esta larga e inútil confrontación. El diálogo es la vía para terminar con el conflicto, agregó. En medio de una gran reserva, desde finales de 2012, los representantes del gobierno y de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) mantienen negociaciones en La Habana sobre una agenda de cinco puntos. El objetivo es acabar con un enfrentamiento que, desde 1962, ha provocado más de 200 mil muertos y tres millones de desplazados.
Para San Egidio, movimiento católico famoso por su rol de negociador en diversos conflictos alrededor del mundo, es necesario destacar que por primera vez los guerrilleros se empeñaron concretamente con acuerdos escritos. Eso significa un cambio verdadero, afirmó durante una conferencia de prensa Impagliazzo.
Nuestro llamado quiere ser una expresión de apoyo a las negociaciones de parte de la comunidad internacional pero también un impulso a recorrer con decisión el camino del acuerdo, en estos meses difíciles de campaña electoral, refirió.
Aclaró que se trata de una iniciativa libre, la cual no cuenta con la aprobación de la Santa Sede. Aunque la Secretaría de Estado vaticana fue informada, como el resto de las embajadas de Roma.
El apoyo convencido al avance de las negociaciones de Cuba llega en un momento clave, pocos días antes que la mesa diálogo comience a abordar un punto fundamental de la agenda. El número tres de la lista, referido a la política con respecto a las drogas.
Pero también llega a pocas semanas de las elecciones administrativas, previstas para marzo, y las presidenciales, para mayo. Por eso Impagliazzo reconoció el peligro de una instrumentalización al manifiesto, pero advirtió que no es voluntad de su movimiento inmiscuirse en los asuntos internos de un país. Nosotros imaginamos que la firma de la paz requiere tiempo, no lanzamos este llamado para hacer presión sino para sostener, señaló.
Los críticos pueden decir que esta negociación está durando más de lo que se esperaba, nosotros queremos responderles: está saliendo bien. No siempre nuestros tiempos son los mismos que aquellos de los negociadores, apuntó.