Los primeros 50 vehículos comenzaron a operar este lunes en Bogotá con apoyo de la Fundación Clinton y luego que los ministerios de Comercio y Hacienda dieran vía libre a su importación con cero arancel, informó un comunicado oficial.
“Los taxis eléctricos, a diferencia de los vehículos convencionales que operan con diésel y gasolina, no generan contaminación atmosférica ni auditiva y su eficiencia energética es superior”, dijo a periodistas la viceministra de Medio Ambiente, Adriana Soto.
Explicó que la ventaja adicional respecto a otros países “es que estos vehículos se abastecen de una energía, que en el caso de Colombia, es limpia pues no proviene de combustibles fósiles sino del agua”.
Se espera que otras ciudades de este país sudamericano sumen flotas de vehículos eléctricos al transporte público de pasajeros con el objetivo de reducir el material particulado, considerado el mayor problema de contaminación del aire y salud pública, añadió Soto.
Los automóviles, que tienen una autonomía de 300 kilómetros y demoran dos horas en cargarse, son de color azul, no emiten ruido ni dióxido de carbono y sus motores son de tracción totalmente eléctrica.
Con el objeto de promover su compra, el Ministerio de Medio Ambiente logró que se aprobara la reducción arancelaria durante los próximos tres años para la importación de dos mil 250 vehículos eléctricos, incluidos taxis y camionetas.